Las recetas con setas son muy numerosas, tanto que podríamos escribir (y de hecho, ya están escritos) libros enteros enseñándonos las maravillas que las setas, de muchos tipos variados, pueden ofrecernos en nuestra cocina.
Pero de lo que aquí os quiero hablar hoy es de un plato muy sencillo, aunque resulta, a mi juicio, delicioso: el carpaccio de setas.
Un plato de una elaboración de lo más rápida y simple, y que nos permitirá darle un toque personal a nuestro propio gusto.
De hecho, lo más complicado para llevar a cabo su elaboración será... encontrar las setas. 😃
Resultan ideales, al menos para mi gusto, dos setas principalmente: la oronja (Amanita caesarea), y el hongo negro o boleto negro (Boletus aereus).
Elaboración de un carpaccio de setas:
Una vez hayamos pasado un buen día en la montaña buscando y encontrando (si hay suerte) las setas... nos situaremos entonces en la cocina: los limpiaremos, y cortaremos en finas láminas.
Los dispondremos en el plato cubriendo toda su superficie, y seguidamente aliñaremos de la manera que más nos guste.
Mi manera personal es la siguiente:
– Pimienta negra, un buen chorrito de limón fresco, algo de vinagre (a veces balsámico de Módena, a veces normal o de manzana). Aceite de oliva virgen extra (cuando más bueno, mejor), una pizca de orégano (y/o perejil también), y el toque quizás más personal de mi receta: apio crudo picado.
Importante: este carpaccio de setas se puede hacer tanto con la oronja como con el hongo negro o boleto negro, pero mi recomendación es que se pruebe a hacer uno con la mezcla de los dos.
A veces, también le he añadido cuatro aceitunas... No hay una receta única, es un plato muy, muy flexible: cada uno puede aportar lo que crea que puede ser adecuado y le apetezca. Como si hiciéramos una ensalada.
Buen Provecho !! 😉
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